domingo, 10 de junio de 2012

"Como aves, mis ideas también se fueron. Ya no podría pensar como antes. El golpe de la luz de la Antártida quema el alma y enceguece. El bautismo de su luz transforma al ser que habrá de cruzarla. El mundo de los muertos y de las sombras ha sido sobrepasado. Y si el peregrino retornara algún día, terminará deshecho como un iceberg en climas inhóspitos. Será como un muerto penando entre sombras vivas. O como un vivo entre los muertos, recordando su patria nupcial." M.S.